Me taladra en las entrañas una canción de ese grupo que no te gusta.
Me identifico con la letra. Siempre me identifico con las canciones.
Tu voz apaga mi silencio, mi contradicción. La abstinencia, al fin.
¿Sabes que no todos los días te extraño igual?
Hay días en los que simplemente quiero verte, abrazarte y no dejarte ir.
Hay días que te extraño para sentirme mujer en plenitud, sentir que puedo sentir.
Hay días en que no te extraño tanto porque pienso que puedo hacerlo sola.
Como hoy. Tal vez me levanté un poco más animada que otros días. Pero eso no significa que haya elevado mi capacidad para hacer la cosas.
A veces creo que si pusiera a trabajar la pequeña parte de mi cuerpo que se la pasa extrañándote, tal vez no habríamos notado la deficiencia cardiaca que me ata a esta casa.
La casa que no es mi casa.
Tu no podrías vivir aquí. ¡La lavadora esta afuera! A nadie parece importarte que tengamos que convivir con las cucarachas. Cada individuo hace lo que cree conveniente. Al final, es lo mismo que hacer nada.
Mi querido Léon; quiero cambiar de infierno, sólo que no se a cuál ir.
Te quiero. Te quiero desde el pasado, te quiero en mi presente, te quiero para el futuro.
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