Querido Sr. León.
Ayer me entretuve riéndome de una foto muy graciosa de un perro. Me causó tanta risa que quise compartírtelo. Ojalá no le haya causado un disgusto haberle enviado un correo sin algún texto y sólo con la imagen que causó mi risa.
Sr León, parece que, como ya sabemos, mi hipocondría se ha ido agudizando.
Me causa mucha confusión sentir esta ansiedad por saber de ti, escuchar tu voz, leer tus palabras.
De algún modo, estoy desarrollando un síndrome de abstinencia que no puedo controlar.
Me da ganas de llorar y hacer un berrinche de tal magnitud que, quiero mejor morirme.
Me siento ridícula. En nuestra vida esto no me ocurría.
En esos 95 días a tu lado, los 13 años previos valieron la pena. Cada uno de esos días, vale oro.
Tu voz. Lo que no daría por escucharte una vez más.
Tu voz.
La primera vez, sólo eras un chavo con voz bonita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario