De tus pantorrillas aceradas
Yo colgaba mis miradas
Mientras iba maquinando
Dónde, cómo, cómo y cuándo
Se le ataca a una puberta en flor Cuesta tanto armarse de valor
Yo colgaba mis miradas
Mientras iba maquinando
Dónde, cómo, cómo y cuándo
Se le ataca a una puberta en flor Cuesta tanto armarse de valor
Luces de Bohemia para Elisa
Mi recordado Sr. León:
Escuché como treinta veces la canción que cito al principio de esta nota.
Yo también era una niña cuando te conocí. Era esa puberta en flor. Y tú, tú eras tan lejano e irreal; pero dispuesto a enamorarte de mí, aún cuando te pedí que no lo hicieras.
Quisiera odiarte por lo mal que me va, quisiera culparte de todo lo que me pasa. Pero esta fue mi decisión.
La tuya, simplemente fue que yo no regresara. Ya no.
Eso sí me dolió.
Hablé con Ana hace unos días, ella me dijo que la única razón por la cual no me contestas más, es porque has perdido todo el interés. Todo lo que sentías por mí, ya se acabó.
He vuelto a fumar a escondidas. Me siento como esa niña de 16 años que era, escondida fumando un cigarro tras otro sólo para sentirme adulta.
Sólo para sentirme adulta, hablaba contigo de cuanta tontería me viniera a la cabeza y trataba de entintarlo con matices de madurez y sensatez que, a mi edad, casi no era lógico.
¡Hasta te volví mi referencia bibliográfica! Y eso, no fue fácil de aceptar para cualquier otra persona de mi edad. Sólo yo pude volver nuestra plática de messenger en una oratoria para mi clase de "Lectura y redacción" en una tarea de 10 y excelencia.
Sólo tú eras capaz de contestar 10-4 a la pregunta inocente para saber si estabas con ella.
Y ella, ella se volvió mi coco.
Aún de lejos y aún tan escondida, ¡me moría de celos!
Y te prohibí enamorarte de mí, porque, en realidad, yo quería que no estuvieras enamorado de ella.
Sólo que la vida, Dios, el destino, Alá (o quien quiera que sea más grande que tú y yo juntos), si volvemos a vernos en el mismo camino... Espero que no sea lo último en mi vida.
Espero volver a verte y tener la oportunidad de robarte un beso y tomar tus manos y ver tus dedos pequeños y delgados en tus manos blancas y lisas... Con tu sonrisa seria.
Tan León. Aunque hagas "ojos"
No hay comentarios:
Publicar un comentario