Día 985

Día de escuchar radio y escribir muchas palabras inconsistentes en un minúsculo papel.
Puedo escuchar tantas palabras y tantas notas musicales, pero no puedo dejar de pensar en ti.
Incluso, cuando creo que no estoy pensando en ti, pienso en lo que me gustaría compartirte.
Y cuando me olvido de acordarme de ti, que de verdad me olvido de ti, aparece una de esas canciones que me ponen a recordarte.
¿Cuándo?
¿Hasta cuándo?
Y cuando parece que no voy a acordarme de ti, me llama alguien con tu nombre y me acuerdo de ti.
¿Por qué no tienes uno de esos nombres en japonés o en maya? De esos nombres que son tan poco frecuentes que nadie sabe cómo escribirlos y que sólo existen del otro lado del mundo, donde tú no estás, donde yo no estoy.
Pero estoy aquí y tienes un nombre tan común como Ramiro, Raúl, Ricardo, Rodrigo, Rodolfo... que me he quedado pensando por qué tienes un nombre tan común... Por qué tienes un nombre que cualquiera puede poseer y venir a presentarse diciendo "Yo soy Carlos" o "Yo soy Santiago" y entonces, mi día cambia y se vuelve otra vez gris y pesado. Otra vez triste porque no sé nada de ti.
¿Hasta cuándo?
Ya 985 días de mi auto exilio, y no me queda otra que extrañarte un océano completo en mi infinito de segundos que paso sin pensarte hasta que me acuerdo de ti, aunque quiera olvidarte.