Porque te extraño a morir...

Mi querido Sr. León:

No hay palabras ni motivos para perdonarme.

Lo siento.

viernes, 25 de septiembre de 2015

De la adicción a la abstinencia.

The man said, "why do you think you here?"
I said, "I got no idea."
I'm gonna, I'm gonna lose my baby
So I always keep a bottle near
He said, "I just think you're depressed."
This, me, yeah, baby, and the rest

Amy Winehouse - Rehab

Una vez que se acepta la adicción, lo procedente es ingresar a rehabilitación. El proceso de desintoxicación es duro. 28 días suelen ser no menos que suficientes, pero la vida que sigue a ese periodo; suele ser lo más exasperante. No hay menos ideas que las suicidas que nos orillan a seguir viviendo sin sentido, sin felicidad. Me dijo una amiga: "Tengo pastillas de la felicidad", pero yo sabía que era, simplemente, otra salida fácil.
Me propuse pasar 28 días sin pensarte ni soñarte, pero es difícil que me desintoxique de ti. Me sudan las manos, me da ganas de gritar, llorar, correr, reír, comer, dormir... todo al mismo tiempo.
Entonces, si pasaba esos 28 días sin pensarte ni soñarte, quizás podría decir que estaba curada. Pero me fue mal.
Fue tanto como querer dejar una droga con otra. Deje de buscarte y deje de buscar tu nombre en cada muro y en cada ventana. Encontré, otra salida, otra salida fácil. Y al buscar su nombre, encontré el tuyo otra vez. 
Fue un engaño a mis sentidos. Pensando que me estaba alejando de ti, simplemente, me di cuenta que te estaba buscando de nuevo. ¡Y te encontré!
Sucedió que una foto volvió a dejar mis sentidos hechos polvo... Todo comenzó a dar vueltas en mi cabeza y la adicción volvió a mi ser. Tuve que escribir tu nombre 23 veces en cada hoja, en cada frase y te mencioné en voz alta, aunque no eras tú al que llamaba. Pero repetir tu nombre tantas veces me hizo bien. Como una cucharada de miel en los labios.
Las manos me temblaban, me sudaban, me recorría una energía extraña, con ganas de golpear todo, de golpear todas las teclas del teclado y escribir, sin parar.
Los jugos gástricos fueron igualmente furiosos y se encolerizaron al pensarte. Es extraño cómo una cadena de reacciones químicas suceden en mi cuerpo una vez que me concentro en ti. 
Y la adrenalina pone mis oídos finos, la piel de mi nuca erizada y aprieto los dientes.
No creas que miento, de verdad, no miento. Yo estoy pensando en este momento en ti y sintiendo esas mismas angustiosas energías que sentí cuando me subí a la montaña rusa. 
Exactamente eso, ni más ni menos.
Eso me agota tanto... 
Resultó que es parecido a esto, todo esto. Sin pensar si hay ranas verdes o moscas grises, sin pensar si hay girasoles u orquídeas, sin pensar en el sexo o el amor... Sólo pensaba en ti.
Pero sigo a mil kilómetros de ti.

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