Porque te extraño a morir...

Mi querido Sr. León:

No hay palabras ni motivos para perdonarme.

Lo siento.

viernes, 4 de octubre de 2024

Pruebas de que existes (o exististe)

Estaba con el amor de mi vida, tonteando, tal vez. Sus manos calientes tocaban las mías, yo le sonreía.

Yo tenía el llavero de Disney que me regalaste en las manos. Me quitó el llavero y comenzó a jugar con él, de la misma forma que yo estaba jugando con él. Con sus ojos, observaba los personajes en el llavero. Muchos pensamientos llegaron a mi cabeza para formular posibles formas de responder si acaso me preguntaba cómo había llegado ese llavero hasta ese momento. 

¿Cómo podría contarle de ti? ¿Cómo podría contarle que es una de las pocas cosas que me quedan como pruebas reales de que existes en algún lugar de este universo? O que, al menos, exististe en ese momento, en el mismo lugar del universo donde estaba yo.

Agitaba el llavero y seguimos riéndonos un poco, un tanto restando importancia al llavero en sus manos.

De pronto, soltó el llavero y sus manos tocaron mi cara. Besé sus mejillas y sus manos, dejándome inundar en el amor que siento cuando estamos en el mismo cuarto, donde nada más importa.

El llavero quedó en segundo término, pero un día, tal vez, tenga que contarle como llegó ese llavero a mis manos, mientras con sus manos lo sostiene y con sus ojos observa a los personajes...

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