Podría pasarme horas sentada frente al monitor de mi computadora para leer tus palabras, como lo hacía cuando estaba en la secundaria.
Mi platónico Sr. León:
Tuve un día demasiado sexual imaginario. La verdad me incomoda sentirme así sin tenerte cerca. Recordar tus gestos, tu cuerpo y tu voz me estremece.
Entonces, recordé que me dijiste que me recordabas muy Lolita, y no fue hasta que vi la película que entendí que sí; yo era tu Lolita.
Con 10 años menos, era lógico que me descubrieras tan sexual, tan fascinante, tan despierta.
¿Recuerdas las fotos que te envié? Aquella donde me descubriste desnuda y te hizo estremecer... Sonrío al escribir estas líneas.
Aunque esta Lolita ha crecido, no dejo de seguir siendo tan despierta y con ganas de despertarte hacia mi éxtasis total.
Lolita - 1997
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