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"Las canciones atan"

Lo dijiste y no hice caso. Te dediqué como 30 canciones y me cantaste como 10.

Esto me hace reflexionar y entender que, algunas heridas, cuando son profundas, duelen mientras cicatrizan. Así eres tú en mis memorias. Un dolor cada vez menor, pero presente, dolor.

Hoy recordé ese restaurante frente en la Presa.

Han sido varias cosas que recordé. 

Recordé cuando me presentaste a JC. No puedo describir la satisfacción que gocé cuando lo conocí y él preguntaba todo acerca de cómo, cuándo, dónde nos conocimos. ¡No lo podía creer! Yo tampoco.

¿Te acuerdas que fuimos a esa cafetería después de ir a comprar unos jeans para mí? Todavía recuerdo la osadía de cambiarme los pantalones en el carro, mientras conducías. Son mis jeans favoritos.

Después de eso, sucedieron las cosas que cambiaron nuestras vidas por completo. La mudanza, el trabajo, nuestra nueva rutina...

Hasta llegar a ese día en que me llevaste a la Presa. En realidad, lo dijiste con otro nombre. 

Al sentarnos, nos llevaron ese mousse de atún con chipotle. ¡Qué rico era cenar eso en casa! Aunque tú no quisieras probarlo si estaba refrigerado. Sabía más rico. Ya sabemos por qué. Cenar mousse de atún con chipotle o medias de seda. ¡Nos acabamos una botella de Absolut! 

Me encantó ese lugar. La pasta fue muy rica. ¡Los patos en el agua! ¡La mesa en la terraza!

La vista, "El cajón"... 

Aún no sé por qué no puedo olvidar. Ya he ido dejando de hablar de ti. 

Lejos de olvidar, parece mi mente traicionarme y hacerte más presente cuando menos quiero pensar en ti.

También opté por dejar de escuchar la música que "me ata" al pasado; pero a veces se cuela alguna en la radio o en las fiestas y me resulta imposible ser indiferente.

Así que, mi querido Tauro, mi querido León... ¿Me pasas la receta secreta?

No quiero fingir que no sé que es un Ihop... Ni fingir que puedo probar la Guinness por primera vez...

¿O me dices si puedo regresar?